La disfonía espasmódica es un trastorno crónico (a largo plazo) de la voz. En la disfonía espasmódica el movimiento de las cuerdas vocales es tenso y forzado y tiene como resultado una voz que suena quebrada, temblorosa, ronca, tensa o entrecortada. Se dan espasmos o interrupciones vocales, periodos durante los cuales no se produce sonido alguno (afonía), y periodos durante los cuales se produce una voz casi normal.
Al principio, los síntomas pueden ser leves y pueden presentarse sólo de vez en cuando. Más tarde, pueden empeorar y presentarse con mayor frecuencia antes de nivelarse. Los síntomas pueden empeorar cuando la persona está cansada o tensa. Y pueden también mejorar mucho o incluso desaparecer, por ejemplo, cuando la persona ríe o canta.
La disfonía espasmódica es un trastorno que se caracteriza por el movimiento involuntario de uno o más músculos de la laringe u órgano de la voz. Los primeros síntomas de disfonía espasmódica se presentan con mayor frecuencia entre las personas de los 30 a los 50 años de edad. Este trastorno parece afectar con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. La gravedad de los espasmos de la voz fluctúa. Pueden disminuir durante horas e incluso días.
No existe una simple prueba para diagnosticar la disfonía espasmódica. El diagnóstico se basa en la presencia de las características y los síntomas típicos descritos arriba y en la ausencia de otras condiciones que pudieran causar problemas similares. La mejor evaluación del problema se lograría mediante el trabajo en equipo de un grupo de profesionales que incluyera:
Para comunicarse con un patólogo del habla y el lenguaje, visitar ASHA ProFind.
En la actualidad no existe cura para la disfonía espasmódica. Sin embargo, sí existen varias opciones de tratamiento para mejorar la voz.
Con frecuencia se recomienda varias inyecciones de pequeñas dosis de toxina botulínica (Botox) en una o ambas cuerdas vocales. La toxina botulínica debilita los músculos laríngeos y tiene como resultado una voz más suave y menos forzada, porque las cuerdas vocales se cierran con menos fuerza. Es posible que durante un corto periodo de tiempo después de ser administradas, las inyecciones causen temporalmente voz entrecortada o dificultad al tragar. También podría recomendarse que se obtenga tratamiento con un patólogo del habla y el lenguaje después de las inyecciones para optimizar la producción de la voz.
Cuando los objetivos son que el paciente acepte el trastorno y aprenda las técnicas necesarias para vivir con el mismo y sobrellevarlo con éxito, la atención psicológica y psiquiátrica es de gran utilidad. También podría ser necesario recomendar asesoría de desarrollo vocacional o de carrera para las personas que teman que este trastorno amenace su ocupación. La participación en los grupos locales de apoyo para autoayuda puede también fomentar el ajuste al problema y brindar acceso a excelentes fuentes de información.
La lista no incluye todas las posibles organizaciones que publican información sobre el tema, e inclusión en la misma no constituye aprobación por parte de la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA, por sus siglas en inglés) de la organización ni del contenido del sitio.