Todo el mundo tiene dos pliegues o cuerdas vocales en la laringe (el órgano de la voz). Las cuerdas vocales vibran cuando se habla para producir la voz. Si no hay movimiento en una o ambas cuerdas vocales, la persona tendrá problemas de la voz, y posiblemente problemas de respiración y deglución. Esto se denomina parálisis de las cuerdas vocales.
Existen distintos tipos de parálisis de las cuerdas vocales. La parálisis bilateral de las cuerdas vocales sucede cuando ambos pliegues quedan fijos en la posición media entre abiertos y cerrados (la posición paramedial) y no se mueven en ninguna de las dos direcciones. Esta condición con frecuencia crea la necesidad de una traqueotomía (una apertura efectuada en el cuello para permitir el paso del aire) a fin de proteger las vías respiratorias cuando la persona come.
La parálisis unilateral de las cuerdas vocales sucede cuando sólo un lado queda paralizado en la posición paramedial o tiene una capacidad muy limitada de movimiento. La parálisis unilateral es más común que la bilateral. La cuerda vocal paralizada no se mueve para vibrar con la otra cuerda vocal, sino que vibra de manera anormal o no vibra en absoluto. A la persona afectada se le agotará el aire con facilidad, y no podrá hablar con claridad ni en voz alta.
La gravedad de los problemas de voz y deglución depende de dónde haya ocurrido el daño al nervio. Los síntomas típicos incluyen:
Se puede examinar las cuerdas vocales utilizando un endoscopio que se inserta a través de la boca o la nariz. El endoscopio tiene una luz que la persona que efectúe el reconocimiento utiliza para poder ver las cuerdas vocales y los patrones de movimiento tanto durante la fonación (la producción del sonido) como durante el descanso. Típicamente el patólogo del habla y el lenguaje (también llamado en español logopeda, fonoaudiólogo, terapeuta del habla o foniatra) y el otorrinolaringólogo (médico especialista en oído, nariz y garganta) efectúan una evaluación completa de la voz.
La parálisis bilateral con frecuencia requiere tratamiento médico y puede ser necesaria una traqueotomía para permitir a la persona comer sin peligro. Es posible efectuar una intervención quirúrgica para acercar una o ambas cuerdas vocales a la línea media.
El tratamiento para la parálisis unilateral puede ser médico o de reeducación de comportamiento. El tratamiento médico incluye el transplante de músculo-nervio, la tiroplastía de medialización (mover la cuerda vocal paralizada hacia la línea media), o la inyección de una substancia para dar mayor volumen a la cuerda vocal paralizada.
El tratamiento de reeducación de comportamiento incluye la intervención del patólogo del habla para la terapia de voz. Puede que éste sea el único tratamiento que precise el paciente. El patólogo del habla trabajará con el paciente para la modificación tonal, la mejora del volumen y de la función respiratoria, y para hallar la posición idónea para la vocalización óptima (como volver la cabeza hacia un lado o manipular el cartílago tiroides). Según indican las investigaciones, la terapia de la voz es una intervención eficaz durante el periodo intermedio entre el diagnóstico de la parálisis y la resolución final del problema.
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